martes, 28 de febrero de 2012

ÓYEME

Oleo de Van Gogh


ÓYEME

Delfina Acosta

Mi voz va en busca ya de tus oídos.
Yo sé que te castiga ese silencio
de Dios. No hay rama seca que se rompa
haciendo suponer que Dios camina
detrás de ti, por tan oscuro bosque,
y encienda en tu mirada una esperanza.
Pero no importa, súbete a mi canto.
Y cree. Sólo cree y se abrirán
las olas a tu paso y se pondrán
los cielos a tu diestra. La tristeza
se irá por donde entró y algún jazmín
ocupará su sitio y nuevamente
las flores imposibles de tu vida
darán su aroma en tu pequeño huerto.
Estoy aquí llamándote mi hermano.
Tan sólo calla al viento y óyeme.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Delfina,

Ayer recibí la revista ALKAID, y sinceramente me encantaron cada uno de tus poemas.
Allí donde alcanzo a leerte, me encuentro con una de las mejores plumas escribiendo que he conocido en mi vida.

Un abrazo
Máximo Pérez Gonzalo

Ida De Vincenzo dijo...

muy conmovedores tus poemas. felicitaciones. te envio un fuerte abrazo. desde la argentina.
Ida De Vincenzo.