jueves, 24 de noviembre de 2011

AMOR EXTRAÑO

Oleo de Pablo Picasso

AMOR EXTRAÑO
Delfina Acosta

Entonces me miraste y titilaron
los ojos todos que yo amé en silencio
por mi memoria. Así también pasaron
las noches en que el alma presentía
los pasos acercándose a mi alcoba.
Furiosos los trigales golpeaban
mi pecho cuando tú tus manos tibias
bajabas sobre mi hombro. ¿Acaso puede
la caracola remontar el mar
para alcanzar la boca del lucero?
Y en tanto que me hablabas dulcemente
pensaba triste en las negadas bodas
de alguna errante ola y un grumete,
o de una oscura uva y el tonel
en que se guarda el vino. ¿Acaso existe
amor así de extraño como el mío?

ENAMORARSE

Oleo de Renoir

ENAMORARSE
Defina Acosta

Érase una mujer que fue rosal
y los garfios o espinas de su cuerpo
más que doler a su nocturno amante
a ella le dolían y por eso
perder su aroma prefirió una noche,
y sus rosados pétalos abiertos
como una cabellera cuando el pino
bajaba el viento de los astros rojos.
Y se deshizo del capullo último.
Y de sus ramas y el deforme tallo
por el que trajinaban las hormigas.
Era un rosal que se creyó mujer
enamorada y terminó pagando
el precio de un amor que no era suyo,
se cuenta sin embargo. Sólo sé
que amar es darse entera solo al viento.

MUCHACHA DE CINQUENTA

Fotografía de Man Ray

MUCHACHA DE CINQUENTA
Delfina Acosta

Pero tus ojos tienen todavía
la luz de las pupilas de las gatas
que salen al encuentro de la calle.
Y aquel plateado hilo de tu pelo
es delicada joya, acaso sueño
de la tiara aquella que tu amante
te puso porque reina reclinada
sobre su pecho fuiste en triste tarde.
Y hay en tu voz un nido de jazmines
que sueltan cuando el viento las sacude
un beso de rencor y de ternura.
Y sí, estás enamorada y abres
tus brazos, y esta noche, estando fija
la estrella en el oscuro firmamento,
y atentos a un cantar los marineros,
un largo beso morderá tu boca.