
DELFINA ACOSTA
Ha sido necesario que cayera
en tierra de lombrices la semilla
y que lloviera y que pasara el tiempo
para que nos volviéramos un árbol.
Las oscuras hormigas nos trajinan.
El viento del otoño nos arranca
las hojas pero pronto llegará
la primavera y flores como rosas
nuestras delgadas ramas poblarán.
Los hombres morirán, se irán cayendo
las viejas casas y este mismo pueblo
querrá tumbarnos con el hacha un día.
Qué importará pues tras las golondrinas
aunque seamos árbol volaremos
y posaremos sobre un camposanto.
!Y en ese sitio nos convertiremos
en sombra, aroma, trino y alegría!
2 comentarios:
Me encantan tus escritos, te sigo desde hace tiempo, cariños y abrazos fraternos!
Saludos desde el sitio juegos de chicas . Monserrat
consigues que una lagrima brote de mis ojos... ¡¡eres increíble Delfina!!
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